En Gatnau, como especialistas en joyería artesanal, recibimos muchas consultas sobre anillos atascados. Es una situación más común de lo que parece y puede sucederle a cualquiera, incluso si el anillo es de la talla correcta. Las principales causas suelen ser la hinchazón de los dedos, el calor, la retención de líquidos, pequeños golpes o incluso un aumento de peso temporal. También puede influir el uso continuado del anillo, ya que con el tiempo los dedos pueden cambiar de tamaño por factores como el embarazo, la práctica deportiva o ciertas condiciones médicas como la artritis.
¿Qué hago si no puedo sacar el anillo?
Lo primero y más importante: mantén la calma. Tirar bruscamente del anillo solo conseguirá que el dedo se irrite y se hinche aún más, dificultando todavía más la extracción. Relaja la mano y evita movimientos bruscos. En Gatnau, siempre aconsejamos actuar con paciencia y delicadeza. Si el anillo no sale a la primera, no te preocupes; existen varios métodos sencillos que puedes probar en casa y que suelen funcionar en la mayoría de los casos.
¿Cuáles son los métodos más seguros para intentarlo en casa?
Un método efectivo es el uso de lubricantes suaves, como jabón líquido, crema hidratante, vaselina o incluso aceite de cocina. Aplica una cantidad generosa alrededor del anillo y la piel, y realiza movimientos suaves de giro y deslizamiento, nunca tirando con fuerza.
Otra opción es recurrir al agua fría. Sumerge la mano en agua fría durante unos minutos para ayudar a reducir la hinchazón. Después, seca bien el dedo y prueba de nuevo con un lubricante. Recuerda que el agua debe ser fría, no helada, para evitar daños en la piel.
¿Qué hago si el anillo sigue sin salir?
Si los métodos anteriores no funcionan, puedes probar el conocido método del hilo dental, recomendado incluso por profesionales médicos y bomberos. Consiste en pasar un trozo de hilo dental o de seda resistente por debajo del anillo, enrollar el hilo alrededor del dedo desde la base del anillo hacia la punta, y luego desenrollar el hilo desde la parte inferior, ayudando así a que el anillo se deslice poco a poco hacia fuera. Es importante hacerlo con suavidad y sin forzar, para evitar cortes o lesiones en la piel.
También existen variantes como el uso de cinta elástica o papel film, que pueden ayudar a comprimir el dedo y facilitar el deslizamiento del anillo. Sin embargo, estos métodos requieren paciencia y delicadeza, y no deben usarse si el dedo está lesionado o presenta síntomas de alarma.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Si el dedo presenta dolor intenso, cambios de color (se pone morado o azul), entumecimiento, hormigueo o signos de lesión, es fundamental acudir a un profesional sanitario lo antes posible. En estos casos, no intentes seguir forzando la extracción, ya que podrías agravar la situación. Los profesionales cuentan con herramientas específicas para retirar anillos de forma segura y sin dañar ni el dedo ni la joya.
¿Qué NO debes hacer nunca?
Nunca recomendamos utilizar objetos punzantes, cortantes o aplicar calor excesivo para intentar sacar un anillo atascado. Tampoco debes recurrir a productos químicos agresivos, ya que pueden dañar tanto la piel como la joya. Evita forzar el anillo, ya que podrías causar lesiones graves en el dedo o deformar la pieza.
¿Cómo puedo evitar que esto vuelva a ocurrir?
Aunque no existe una fórmula infalible, sí puedes tomar algunas precauciones para evitar que un anillo vuelva a quedarse atascado. Es recomendable no usar anillos ajustados durante actividades que puedan provocar hinchazón de los dedos, como el ejercicio intenso, el calor extremo o los viajes largos en avión. Además, revisa periódicamente la talla de tus anillos, especialmente si notas cambios en tus manos o en tu salud general