El oro, por su valor y simbolismo, ha sido históricamente uno de los metales más apreciados en joyería. Sin embargo, la proliferación de imitaciones y chapados hace que distinguir entre una joya de oro auténtico y una que solo lo parece sea fundamental para cualquier amante de la joyería. Conocer si una joya es realmente de oro no solo protege tu inversión, sino que también garantiza que llevas contigo una pieza con la calidad y durabilidad que esperas.
¿Qué son los quilates y cómo identifican la pureza del oro?
Una de las dudas más frecuentes es qué significa que una joya sea de 18K, 14K o 24K. Los quilates (K) indican la proporción de oro puro en una aleación. Por ejemplo, una joya de 24K es oro puro, mientras que una de 18K contiene un 75% de oro y un 25% de otros metales. Esta información suele estar grabada en la propia joya, en forma de sello o marca de pureza, como “750” para el oro de 18 quilates o “585” para el de 14 quilates. Estos grabados suelen encontrarse en lugares discretos, como el interior de un anillo o el cierre de una pulsera.
En Europa, la pureza también puede indicarse con números del 1 al 999. Por ejemplo, un sello “375” indica un 38% de oro puro, mientras que “750” representa un 75% de pureza. Es importante tener en cuenta que algunas piezas antiguas pueden no llevar sello, ya que esta práctica se popularizó a partir de los años 50.
¿Dónde debo buscar el sello de autenticidad en una joya?
El sello de autenticidad, también conocido como marca de pureza, suele estar grabado en zonas poco visibles de la joya. En los anillos, lo más común es encontrarlo en la parte interior de la banda. En pulseras y collares, suele estar en el cierre o cerca de él. En pendientes, a menudo aparece en la parte posterior o en el vástago. Si tienes dificultades para localizarlo, una lupa puede ayudarte a observar detalles minúsculos.
Además del número de quilates, algunas joyas pueden llevar otras inscripciones como “GP” (chapado), “GF” (plaqué) o “GEP” (galvanizado), que indican que la pieza solo tiene un baño superficial de oro y no es maciza.
¿El color y el peso son indicios fiables de que una joya es de oro?
El oro auténtico destaca por su color dorado intenso y su brillo característico, que no se oxida ni pierde intensidad con el tiempo. Al tacto, el oro es notablemente denso y pesado en comparación con metales falsos o aleaciones ligeras. Por ejemplo, si comparas dos anillos de tamaño similar y uno es de oro, notarás que el auténtico será más pesado.
Sin embargo, el color por sí solo no es un indicador definitivo, ya que existen aleaciones y chapados que imitan muy bien el tono del oro. Por eso, aunque el color y el peso pueden darte pistas, siempre es recomendable buscar otras señales de autenticidad.
¿Por qué el oro auténtico no es magnético?
Una de las propiedades físicas del oro es que no es magnético. Esto significa que si acercas un imán potente a una joya de oro y esta se ve atraída, probablemente no sea oro puro. No obstante, hay que tener precaución: algunas aleaciones de oro pueden contener metales magnéticos en pequeñas proporciones, lo que podría generar una ligera reacción al imán. Por tanto, esta prueba es orientativa pero no concluyente.
¿Qué métodos profesionales existen para verificar si una joya es de oro?
Cuando las pruebas caseras no son suficientes o tienes dudas sobre la autenticidad de una pieza especialmente valiosa, lo más recomendable es acudir a un profesional. Los joyeros cuentan con herramientas y técnicas especializadas, como la prueba del ácido nítrico, que consiste en aplicar una gota de ácido sobre la joya para observar si reacciona y cambia de color. Si la pieza no presenta alteraciones, es oro auténtico; si cambia de color, probablemente se trate de otro metal o de una joya chapada.
Otra técnica avanzada es la fluorescencia de rayos X (XRF), que permite analizar la composición exacta del metal sin dañar la joya. Es un método rápido, preciso y no invasivo, muy utilizado en el comercio profesional de metales preciosos.
¿Qué debo hacer si tengo dudas sobre la autenticidad de una joya?
Consulta con un joyero de confianza. La autenticidad del oro no solo afecta al valor económico de la pieza, sino también a su resistencia y durabilidad. Comprar en tiendas especializadas y exigir certificados de autenticidad es la mejor forma de evitar sorpresas desagradables y disfrutar de tus joyas con total tranquilidad.
¿Por qué confiar en Gatnau para tus joyas artesanas?
En Gatnau, seleccionamos cuidadosamente los materiales y trabajamos con proveedores certificados para garantizar que cada pieza cumple con los estándares de calidad y autenticidad que mereces. Nuestro compromiso es ofrecerte joyas artesanas que no solo destaquen por su diseño, sino también por su valor y durabilidad.
Si tienes preguntas sobre la autenticidad de una joya o necesitas asesoramiento personalizado, nuestro equipo estará encantado de ayudarte. Porque en Gatnau, tu confianza es tan valiosa como el oro auténtico.