Todas las joyas requieren de cuidados para no lastimarlas y conservarlas en perfecto estado. Son “joyas”, preciosas y a la vez delicadas. El uso que le demos determinará el estado en el cual se conserven.
Para mantener las joyas en las mejores condiciones, sugerimos las siguientes recomendaciones. El uso diario es el principal responsable del desgaste que sufren, por lo que una buena conservación es la garantía para que se mantengan perfectas.
1. JUNTAS PERO NO REVUELTAS
Si se va a estar tiempo sin ponerse las joyas y para evitar que se rayen, oxiden y que se hagan nudos en tus cadenas, se recomienda guardarlas por separado sin que entren en contacto con otras joyas. Una bolsa hermética resistente al deslustre sería lo indicado, así evitaremos que se oxiden y que se mezclen unas con otras y con el tiempo acaben rompiéndose.
Es conveniente quitarse las joyas para dormir, hacer deporte, ir a la playa o piscina… La exposición a ciertas sustancias químicas, como productos de limpieza, cremas, colonias o geles hidroalcohólicos pueden dañarlas.
2. LA LIMPIEZA DEBE SER COMO UNA CARICIA
Deben limpiarse las joyas con jabón neutro, un cepillo suave y agua tibia. Después de un aclarado con abundante agua y secado total, la pieza queda como nueva.
El oro y la plata pueden oxidarse en contacto con el aire. Especialmente la plata por la acción del PH de la piel. Como consecuencia, el oro adopta un tono rojizo y la plata un tono amarillento ennegrecido. Se puede limpiar fácilmente de igual manera y posteriormente utilizando una gamuza no abrasiva especial para joyas para realzar el brillo. No utilizar nunca la gamuza para las joyas con baños de oro u oxidados, ello conllevaría a eliminar el baño que lleva.
3. DIAMANTES Y GEMAS: MERECEN UN TRATO DELICADO
Deben evitarse golpes sobre superficies duras y cambios de temperatura extremos. Los diamantes, al contrario que otras gemas, no se rayan. Pero pueden romperse. Las pulseras y sortijas con diamantes u otras gemas deben tratarse con especial cuidado ya que están sometidas al uso diario y continuado.
Las gemas pueden presentar características que las hacen únicas e irrepetibles. Las pequeñas variaciones e inclusiones que presentan las convierten en exclusivas.
Las joyas con gemas, así como las perlas cultivadas, nácar y corales, de origen orgánico, son especialmente sensibles a los productos químicos (cloro, sal, lacas, cremas, perfumes…). Para limpiarlos, debe utilizarse un paño de algodón húmedo y una gota de jabón neutro. Después debe aclararse y secarse.
4. BAÑOS Y OXIDADOS
Las joyas de plata con baño de Oro y los oxidados o ennegrecidos requieren especial cuidado. El oro no es macizo en este caso, es un baño superficial que se le da a la plata de ley. Igual que el color ennegrecido: no es el color original de la plata, sino un tratamiento de oxidación superficial. En ningún caso es para siempre, por ello dependerá mucho del uso que le des y del ph de tu piel para conservar la joya. Es conveniente quitarse las joyas bañadas y oxidadas para dormir, hacer deporte, ir a la playa o piscina… La exposición a ciertas sustancias químicas, como productos de limpieza, cremas, colonias, o geles hidroalcohólicos, puede dañarlas.
5. JOYAS A LAS QUE NO LES GUSTA EL AGUA
No es aconsejable mojar aquellas joyas con filamentos entrelazados, cuero o piel.
Asimismo no recomendamos tampoco bañarse o ducharse con ellas. Tampoco ir a la playa ni piscina con ellas, ni realizar ninguna actividad física.
Recuerda que todas nuestras joyas son artesanales.
Aquello que las hace únicas las hace también muy delicadas. Es importante invertir tiempo en su mantenimiento con tal de que conserven su aspecto y características como el primer día. Si tienes alguna duda sobre el cuidado de alguna joya en concreto, escríbenos y te asesoraremos.
¡CUIDA DE TUS JOYAS COMO SE MERECEN PARA QUE LUZCAN COMO EL PRIMER DÍA!